Conóceme

Joyera artesana, coleccionista de piedras y de vidrios marinos, madre de dos, amante del mar...

Soy Cristina Fernández, joyera artesana en Porrúa, Llanes.

En mi taller de Lalita Estudio surge la magia de la creación de joyas de principio a fin.
Cada joya es el resultado de una combinación de múltiples técnicas tradicionales de joyería y orfebrería. Trabajar de forma artesanal, pieza por pieza, hace que mi escala de producción sea pequeña y limitada. 

Mi inspiración viene de la naturaleza, de un viaje, de una historia que alguien me ha contado y van guiando mis manos hacia la creación de una joya.

Me gusta trabajar con plata y oro reciclados de la industria o de lo que traen al taller mis clientes, utilizando las herramientas que he ido adquiriendo a lo largo de los años en mi taller. Me encanta ver cómo una joya viaja desde mi mesa hasta vuestras manos, y que la disfrutéis tanto como yo lo he hecho al crearla.

Mi historia resumida a grandes rasgos es un viaje de ida y vuelta. Mis padres, Asturianos de Tapia de Casariego y Navia, emigraron a Venezuela a principio de los años 60. Allí nacimos mi hermana mayor y yo, el queso del sandwich (mi hermano del medio) nació en Tapia cuando mi madre vino a cuidar de los últimos meses de güelita. 

Estudié Turismo en la Universidad Simón Bolívar y pasé varios años trabajando en el mundo corporativo. A pesar de ello, mi inquietud creativa nunca desapareció, y en mis ratos libres exploraba el arte de la orfebrería en el taller del maestro Ursi Galletti, además de otras actividades como la elaboración de velas y jabones.

Hace ya 18 años me establecí en España, estuve 14 años viviendo en Madrid, y allí decidí profesionalizar mi hobby, por lo que estudié en el Gremio de Joyeros de Madrid, y realicé múltiples cursos en diferentes escuelas especializadas de joyería.

Hecho a mano en Asturias

Hoy, Lalita Estudio cobra vida en plena naturaleza, en Porrúa, un pequeño pueblo de Llanes, Asturias. Este sueño de emprender me permite desarrollar mi creatividad y pasión por la joyería, pero este proyecto me da algo aún más valioso: la posibilidad de conciliar con la crianza de mis dos hijos. Poder trabajar desde este entorno privilegiado, sin renunciar a mi faceta de madre, es uno de los mayores regalos que me ha dado la vida.

Cada joya que sale de mi taller es mucho más que un accesorio: es el resultado de años de aprendizaje, experimentación y amor por el oficio. Espero que encuentres en mis creaciones algo especial, algo que resuene contigo y te acompañe en tu día a día.

¡Gracias por estar aquí y por apoyar la artesanía! 

Cris


 

Artesana avalada por el Principado de Asturias con el nº de Registro 714

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